Utopía del ser, encontrar respuestas en archivos vacíos y olvidados al tener una deidad incontrolable para la cual se le prestan todas sus alabanzas.
Tímido presagio de una muerte sin final, de un olvido sin recuerdo. De un marchito deseo, de un incontrolable sufrimiento.
Caos latente en el corazón y fuera de él, lucidez esquiva y solitaria, así es el triste día de una mente que lucha a favor de la desentropía.