Luego de la salida del «Doctor Pelaez» de La Luciernaga, le queda a uno un sinsabor.
Las personas no tenemos porque estar ligadas de forma estricta a nuestros trabajos, pero al compartir espacios como son la radio o la televisión, el vínculo entre oyente/televidente y presentador/locutor es más fuerte que en otras labores (para bien o para mal).
Durante el poco tiempo de escuchar el programa radial de La Luciernaga evidencié ese sentimiento de confianza y de relajación. Luego de días de trabajo, escuchar un rato como nuestro país es más gracioso que lo que dictan medios de parodia le da a uno un sentido de crítica con las cosas que suceden.
Si bien no existe la perfección (creo que nadie podría estar totalmente de acuerdo con lo que se comenta en un programa radial con un equipo tan dispar y heterogéneo), La Luciernaga daba esa sensación de cercanía. Como cuando uno vive con la familia, y hay peleas, pero sabe que al otro día las cosas siguen sin renconres.
Luego de esa despedida tan emotiva de Hernán Peláez como director estoy a la expectativa del futuro del programa, si bien el nuevo director no es un dueño de mis afectos (sobre todo por esa actitud sobrada y «regalada») es bueno darle una oportunidad a los cambios que ya se evidencian. No ha iniciado la transmisión y ya se ven cambios probablemente drásticos, entra Liss Pereira y Paulo Laserna sale Gustavo Álvarez Gardeazábal (adicional a que Claudia Morales seguirá acompañando al equipo, luego de que previamente habia anunciado su retiro).
Esperamos que el espiritu de La Luciernaga se mantenga, que si bien la idea no es remplazar a un irremplazable, si es que continue la integridad del mismo. Espero que esto no sea como la selección colombia de fútbol, que aunque con buenos jugadores solo funcionó hasta que se consiguió buen técnico.
La verdad he intentado escuchar el programa de la competencia, Voz Populi en Blu Radio, y solo duré 2 días. Definitivamente hacer un buen programa no es facil, sin contar que aparte de verlos en todos los televisores tambien toca aguantarse a los mismos presentadores de TV ahora como locutores.
Le deseo suerte al nuevo equipo de La Luciernaga, la otra semana desde el 13 estare escuchandolos y veré si vale la pena continuar o si mis espacios de radio en la tarde son reemplazados por música.